Es muy posible que todo lo que sabes sobre la planta de cannabis esté equivocado. Contrariamente a la opinión popular, no solo contiene sustancias químicas que pueden provocarte efectos secundarios; tiene un perfil fitoquímico excelente (compuestos de origen vegetal) que puede producir un gran beneficio para la salud.
La planta de cannabis es rica en sustancias químicas como cannabinoides, terpenos, aceites esenciales y otros nutrientes como los ácidos grasos omega-3. Los cannabinoides, por configuración, son compuestos altamente activos capaces de interactuar con los receptores de los cannabinoides para producir un beneficio para la salud. Estos cannabinoides pueden reaccionar con los receptores CB1 y CB2 del sistema endocannabinoide para controlar respuestas cognitivas como el apetito, el control de la temperatura y la salud neuronal y el equilibrio hormonal.
La interacción entre el CBD y estos receptores endocannabinoides también se ha identificado como responsable de su actividad al servir como actividad ansiolítica, antidepresiva, anticancerosa, antitumoral, antimicrobiana y antioxidante. Esto ha dado lugar a un uso e interés generalizados en el CBD y otros suplementos derivados del cannabis. Si bien la mayoría de los clientes afirman haber experimentado un alivio relajante después de consumir CBD, la mayoría de las afirmaciones no han sido verificadas por organismos reguladores de la salud como la FDA.
El mayor interés en el producto también ha llevado a la producción de productos de calidad inferior que contienen poco o nada de CBD, lo que predispone a los usuarios a muchos peligros. El CBD está altamente concentrado en las flores femeninas de la planta Cannabis sativa y también se puede encontrar en las semillas, hojas y tallos. Es una sustancia no psicotrópica; por lo tanto, fue excluido de la Convención de Viena de 1971 sobre Sustancias Sicotrópicas.
El cultivo de cannabis para la producción de flores y con el único fin de extraer cannabinoides está sujeto a la autorización previa de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). En el momento de escribir este artículo, el cultivo de cannabis es estrictamente para la producción de flores solo con fines de investigación. La AEMPS ya ha concedido autorización a cinco empresas en España para el cultivo de cannabis, y esta puede aumentar en un futuro próximo.